Propuestas a considerar para una nueva normativa del autoconsumo
Para empezar comentar que el autoconsumo es una herramienta que sólo tiene sentido si abarata los costes de aprovisionamiento al conjunto de autoconsumidores, evita costes al sistema eléctrico y no supone un sobrecoste para los no autoconsumidores.
Siendo muy importante resaltar, que:
El principal objetivo beneficioso que tiene el autoconsumo para los potenciales autoconsumidores, es la reducción de la factura eléctrica.
La generación distribuida, también de forma objetiva, reduce las pérdidas de energía en la red de transporte y distribución, las cuales rondan entre el 10% y el 15%, y suponen un significativo sobrecoste en nuestras facturas (¡¡las pérdidas las pagamos entre todos!!);y lógicamente, también se diminuyen las necesidades de mantenimiento y ampliación de la red de distribución eléctrica.
El autoconsumo también ayuda a bajar el precio de la energía para el conjunto , debido a que una menor demanda de energía en el sistema, desplaza del programa horario de generación a las tecnologías más caras, que acaban marcando el precio de casación de la electricidad.

Las propuestas a plantear deben asegurar en un futuro la sostenibilidad de nuestro sistema eléctrico.
Tipología de instalaciones.
Se propone dividir entre:
a) Instalaciones de autoconsumo con venta de excedentes: Instalaciones en las que se reconocería un sujeto consumidor y un sujeto productor, con los derechos y obligaciones que contempla la actual Ley 24/2013 del Sector Eléctrico para ambos sujetos…. ni un derecho más, ni uno menos…. ni tampoco obligación.
Obviamente la venta de excedentes al ser una actividad económica debe estar sujeta al impuesto de generación.
b) Instalaciones de autoconsumo con inyección 0: Instalaciones en las que al no haber vertido de energía a la red, sólo se reconocería el sujeto consumidor… y una vez más con todas y cada una de las obligaciones que contempla la Ley actual para los consumidores, ni una más ni una menos.
“En esta tipología de instalaciones, creo que es conveniente hacer un aclaración…. y es que aún y reconociendo las ventajas de los sistemas de inyección 0 en cuanto a tramitación se refiere, mi opinión personal es que estos sistemas no son del todo eficientes, pues no hay nada peor que pagar por adelantado unos kWh (cuando compramos paneles solares, en realidad estamos avanzando la compra de kWh durante 30 años), para después lanzarlos a la basura.”
Por este motivo, creo más allá de la pura inyección 0, lo realmente interesante sería que entraran dentro de esta categoría aquellos sistemas de gestión de la demanda que aumentan la eficiencia del sistema, por ejemplo desviando los excedentes fotovoltaicos a un acumulador de ACS, de manera que se almacene la energía eléctrica sobrante en forma de agua caliente sanitaria, a expensas incluso de que en algún instante puedan dejar escapar alguna fracción de kWh.
Por lo tanto creo que más allá de un simple certificado de inyección 0, mi propuesta es que el certificado lo aporte un ingeniero mediante proyecto técnico o memoria técnica visada, de manera que se puedan justificar distintas manera de realizar la inyección 0 basadas en la maximización de la eficiencia energética del sistema.
c) Instalaciones de autoconsumo con balance neto: Instalaciones que permitirán compensar los excedentes fotovoltaicos producidos, con futuros consumos en horas en las que la generación fotovoltaica no cubra la demanda energética del consumidor. En este caso, y dado que no se produce venta de energía, tan sólo existirá el sujeto consumidor.
d) Instalaciones de autoconsumo de conexión directa: Instalaciones de potencia inferior a 1 kWneto, que se podrán conectar directamente sin necesidad de permiso ni autorización alguna. Práctica que ya está permitida en algún país Europeo, como Holanda y Suiza.
En este caso los equipos instalados deberán cumplir todas las normativas de seguridad establecidas y en particular la de protección ante el funcionamiento en isla. La responsabilidad de incumplimiento recaería tanto en el consumidor como en el fabricante de los equipos.
Esta última tipología de instalaciones está pensada principalmente para aquellas personas que quieren conectar unos pocos kits de autoconsumo doméstico en su hogar, típicamente kits de 250 W, los cuales se pueden conectar directamente a cualquier enchufe de nuestro hogar, y que quedan automáticamente protegidos por la protección diferencial de la línea de enchufes de nuestras casas (que acostumbra a aguantar hasta unos 3 kW).
“Actualmente (mayo 2015), es un sin sentido que la legalización de un kit de autoconsumo de 250 W pueda costar unos 1000 €, mientras el coste del propio kit alcanza apenas los 500 €…. lo único que se consigue con esta anomalía, es fomentar el mercado negro de instalaciones de autoconsumo de muy baja potencia no legalizadas”.
Potencia de las instalaciones.
Partiendo de la base que el autoconsumo tiene que ser una herramienta para ahorrar, y no para vender energía, es lógico proponer que las instalaciones de autoconsumo tengan una potencia máxima igual a la potencia contratada por el consumidor asociado al punto de suministro.
Pero del mismo modo es absurdo limitar la potencia máxima de las instalaciones a 100 kW, tal y como sucede en la actualidad con el RD1699/2011, artículo 13.
Balance neto.
A lo largo de estos últimos años, se ha convertido el balance neto en el estandarte de las reivindicaciones de todos aquellos que defendemos el autoconsumo energético.
Y ciertamente considero el balance neto, como una de las claves que debe convertir al autoconsumo en una herramienta doméstica y popular que permita la implantación de nuevo modelo energético sostenible basado en la generación distribuida y renovable… pero con matices.
Tal y como se comentaba anteriormente, el autoconsumo energético, y el balance neto en particular, sólo tienen sentido si aseguran un abaratamiento de los costes del sistema eléctrico, y por lo tanto nuestra propuesta va en esta dirección.
Dicho esto, ¿cómo podemos abaratar los costes del sistema con el balance neto?
La propuesta es que todos los kWh excedentarios producidos en horario solar se puedan recuperar entre las 23:00 horas y las 8:00 horas de lunes a viernes, y sábados y domingos las 24 horas. Ya que de este modo estamos entregando al sistema kWh en las horas en las que el precio de la electricidad es más cara y los recuperamos en las horas en que el precio de la electricidad es más barata; esto ayuda a bajar el precio medio del mercado diario en las horas de mayor demanda, y en cambio dado la escasa demanda en horas de bajo precio el impacto es insignificante.
Con esta propuesta podemos conjugar la bondad del balance neto, con la prioridad de ahorrar costes al sistema eléctrico.
Obviamente en el balance neto estamos utilizando la red de distribución eléctrica para almacenar la energía sobrante y recuperarla posteriormente, por lo que será lógico tener que pagar los peajes de acceso a redes por la energía balanceada.
Un plazo máximo razonable para compensar de la energía excedentaria seria mensual, de este modo se facilitaría la facturación dentro del mismo ciclo de facturación mensual.
Wheeling
Esta modalidad de autoconsumo ya vigente en algunos países americanos, como por ejemplo Méjico y Panamá, permite que la generación fotovoltaica y el consumo no tengan que coincidir en el mismo emplazamiento; de este modo se permite que consumidores que no disponen de suficiente superficie disponible para autoconsumir, puedan utilizar otras cubiertas para generar su propia electricidad.
Atendiendo a la bondad de la generación distribuida, esto es que generación y consumo estén razonablemente próximos para reducir las pérdidas en el sistema eléctrico, y evitar así costes al sistema, considero que una propuesta razonable sería que generación y consumo tengan que estar siempre dentro del mismo término municipal.
De este modo, existiría un incentivo para que los Ayuntamientos cumplan sus compromisos de reducción de emisiones recogidos en el Pacto de Alcaldes para la Sostenibilidad, a la vez que redundan en un beneficio objetivo para el conjunto de ciudadanos.
En este caso, y dado que se tiene que utilizar la red de distribución para transportar la energía, los autoconsumidores deberán abonar los peajes de acceso a redes para poder utilizar la energía generada.
El pago de estos peajes limitará la viabilidad de wheeling, pero si queremos ser justos, razonables y coherentes con nuestras propuestas y reivindicaciones, no podemos esperar que sean otros quiénes paguen el uso que hacemos nosotros de la red de distribución.
No obstante, la fotovoltaica ha demostrado a lo largo de su existencia, su capacidad para batir de manera sistemática sus precios, por lo que no sería de extrañar que en unos pocos años, futuras bajadas de precios en los sistemas de fotovoltaicos permitan hacer viable el wheeling incluso a pesar de los peajes de acceso a redes.
Acumulación
La gran revolución con los sistemas de autoconsumo doméstico llegará cuando los sistemas de acumulación domésticos, principalmente los basados en el ión Litio, lleguen a nuestros hogares de manera masiva y a un coste razonable, y es que sin lugar a dudas las renovables y los sistemas de acumulación tienen que ir de la mano en aras de asegurar la máxima eficiencia de los sistemas de autoconsumo.
El RD1699/2011, prohíbe en la actualidad, los elementos de acumulación entre la generación y la medida, pero… ¿Por qué? ¿No están permitidos los SAI? ¿Qué sucederá con la llegada masiva del vehículo eléctrico? (si llega)
No tiene ninguna justificación prohibir la acumulación, cuando de ningún modo supone un encarecimiento de los costes del sistema, todo los contrario, una vez más, una mayor contribución de las renovables supone un menor coste de generación en el mercado eléctrico.
Y hasta aquí las 5 propuestas a considerar para la futura regulación del autoconsumo, me daría enteramente por satisfecho si esta contribución sirve para de algún modo, establecer un sano debate que permita a todas las partes implicadas avanzar firmemente hacia una nueva regulación del autoconsumo y que empuje de una vez por todas un sector que sin lugar a dudas aporta innumerables beneficios al conjunto de ciudadanos y del sistema eléctrico en particular.
Observaréis algunos que hasta este punto, no he nombrado ni una sola vez, el maldito peajes de respaldo, y es que bajo mi punto de vista, este, no tiene justificación alguna.
El respaldo al sistema eléctrico lo paga el conjunto de consumidores vía término fijo de potencia, el cual da el derecho a cualquier consumidor a tomar energía de la red en el momento que considere oportuno, o dicho de otra manera, mi vecino habitualmente seca su colada al sol, y no por ello debe pagar un peaje de respaldo el día que decide utilizar la secadora ¿o no es cierto?
Y por si no fuera suficiente, también pagamos el respaldo al sistema, vía los pagos por capacidad que retribuyen el servicio de back-up a las centrales térmicas y ciclos combinados de gas; estos pagos por capacidad se pagan dentro del precio de la energía y suponen aproximadamente un 10% de cada kWh que consumimos.
Si tuviéramos que pagar el peaje de respaldo, en definitiva, estaríamos pagando por triplicado el respaldo al sistema eléctrico, y esto no es justo, y además es discriminatorio.